El kayak, la embarcación ideal

He encontrado este artículo en la web que creo es muy interesante, está escrito por Fernando Perales Peiro . Espero que os guste.

La lubina se pesca cerca de la orilla, a menudo a escasa profundidad. Son adecuadas las embarcaciones pequeñas, de poco calado, fáciles de maniobrar y con buena visibilidad a proa. Mejor aún son los kayaks que, además, son silenciosos, un valor añadido dada la gran desconfianza del róbalo.

Son suficientes cañas y carretes con una potencia de 20 libras, que permiten afrontar cualquier eventualidad. También son óptimas las cañas de spinning. La elección de los sedales debe ser cuidadosa. La lubina es en extremo recelosa, sobre todo en aquellos lugares donde es muy perseguida. El diámetro de la línea madre nunca superará los 0,40 mm y el terminal de fluorocarbono será menor de 0,30 mm.

La lubina ataca a varios tipos de cebos artificiales. Los mejores son el anguilón y los peces artificiales. El tamaño de los cebos depende de las lubinas que se esperan encontrar, aunque no es infrecuente que grandes róbalos entren a señuelos diminutos mientras que ejemplares pequeños ataquen a artificiales grandes, por su instinto más activo y su menor desconfianza. Los más utilizados y los que proporcionan más capturas son los señuelos de tamaño medio, entre 9 y 15 centímetros que por su volumen no sólo son atractivos para los ejemplares pequeños y medianos, sino también para lubinas entradas en kilos.

El anguilón, al igual que en el caso del jurel, es el cebo estrella de la lubina, al imitar a una de sus presas favoritas: los alevines de peces. Excelentes los de color blanco y 7-15 centímetros de longitud. Se utiliza en superficie, sólo o varios en un mismo terminal.

Entre los peces artificiales da buenos resultados la serie original rapala flotante, de 12 centímetros y colores azulados. También proporcionan capturas los pins magnet floating de Yo-Zuri de color plateado y los pins minnows azul verdosos de la misma marca. En las aguas con escasa visibilidad son preferibles los artificiales de colores más vistosos: cuerpo blanco con bandas oblicuas anaranjadas o cuerpo de colores amarillentos y verdosos, ambos con la cabeza rojiza. Los peces artificiales se emplean en superficie o en profundidad y, normalmente, de manera aislada.

Las lubinas suelen pescarse en aguas bajas mediante el curricán de superficie. Sin embargo, también se obtienen capturas, a menudo de respetable tamaño, con aparejos plomeados en función de la profundidad a la que se quiera trabajar, que nunca será excesiva. Los plomos deben ser hidrodinámicos, que no formen estelas bajo el agua, pues ello espantaría a las lubinas. En el aparejo de superficie se puede intercalar un buldó a modo de excitador.

Cualquier ambiente litoral puede ser propicio para la lubina, desde costas rocosas a playas, pero es imprescindible la espuma. Es en la rompiente, donde el agua se torna lechosa, el lugar elegido por el róbalo para acechar a sus presas. Son buenos lugares los entrantes de roca en el mar, pues forman rompientes largas y muy llamativas para la lubina. También los fondos con alternancia de roca y arena, con predominio de la primera. Otras zonas excelentes son las desembocaduras de los cursos fluviales. Finalmente, en las proximidades de rocas que casi afloran en la superficie se originan rompientes muy atractivas para el róbalo.

Las mejores horas para pescar lubinas son las nocturnas, el amanecer y el anochecer. Son bastante fructíferas aquellas en las que el sol asciende por el horizonte, entre las 8 y 10 de la mañana, pero no pocas lubinas grandes se han capturado con el sol en su cénit, al mediodía.

El róbalo se pesca todo el año, pero las mejores estaciones son la primavera y, sobre todo, el otoño, momento en que pueden capturarse especímenes soberbios. El verano es la peor época, al menos en aguas bajas.

La velocidad de trabajo es de unos 2 nudos. Hay que desplazarse paralelo a la costa, de manera que los cebos recorran las aguas poco profundas por donde acecha este serránido. Se baten aquellas zonas en las que se hayan verificado picadas con anterioridad y en los averíos que se formen muy cerca de la orilla, pues delatan la presencia de depredadores acosando a un cardumen de pececillos

Se pueden realizar repetidas pasadas por un puesto en el que se sospeche la presencia de lubinas: se describe un amplio círculo para volver a pasar en el mismo sentido. Si se hiciese en sentido contrario las lubinas podrían notar la diferencia y desconfiar. Otra opción es detener la embarcación y pescar al spinning.

En aguas transparentes es preferible utilizar artificiales que imiten mejor las presas naturales, tanto en tamaño como en color (son idóneos los tonos plateados, azulados y verdosos). Con escasa visibilidad son preferibles los colores más vivos, que hacen más conspicuos los cebos.

En primavera e inicio del verano los depredadores prefieren señuelos artificiales más pequeños, ya que abundan los alevines y las aguas están relativamente frescas. Avanzado el estío y el otoño, con el agua más caliente, muestran una mayor actividad y se alimentan de piezas mayores, por lo que atacarán a cebos más voluminosos. En cualquier caso, dada la voracidad de estos peces, es mejor pecar de generosos que usar señuelos demasiado pequeños.

Es una buena práctica observar el tipo de especies-presa existentes en el medio. Un señuelo artificial semejante a la presa dominante será atacado con menos desconfianza que uno distinto.

Pulpitos asesinos, los señuelos ideales en otoño

Son señuelos artificiales de silicona o plástico. Los pulpitos asesinos de Yamashita, de 10 a 12 centímetros de longitud y que combinan los colores azul, rojo y blanco, ofrecen excelentes resultados. Suelen venir montados. Al estar sobredimensionados, se aconseja sustituir el anzuelo y el sedal por otros más pequeños, sin perder la necesaria resistencia. Pueden montarse varios pulpitos en un mismo aparejo.

Son ideales con mar algo movido, de septiembre a noviembre. Es un señuelo artificial muy apetecido por el bonito, la anjova y la llampuga. También pican serviolas, espetones, jureles, obladas, caballas y pequeños túnidos.

Las cucharillas, cebos baratos pero efectivos

Las cucharillas son señuelos muy sencillos. Las más eficientes son plateadas, de superficie machacada, que al desplazarse emiten destellos más acusados e irregulares, con mayor poder de atracción sobre los peces. La longitud no suele superar los 10 centímetros. Adecuadas en aguas con buena visibilidad, desde primavera hasta fines de otoño.

Son excelentes para jurel, oblada y palometa. En menor medida, serviolas, espetones, lubinas, caballas y agujas.

Raglou, el señuelo artificial específico del jurel

El anguilón es un cebo de goma, normalmente menor de 10 centímetros. Imita a un alevín. Los mejores son los de la marca Raglou y de color azul o blanco. Pueden montarse varios en un mismo aparejo.

El jurel y la lubina muestran gran debilidad por él, pero también pican obladas, bonitos, anjovas, espetones, serviolas y palometas, sobre todo en primavera e inicios del verano.

Serie original Rapala, los artificiales con más solera

Estos peces artificiales son muy utilizados por su polivalencia. Su coloración es muy variada, pero los mejores tienen dorsos azules o negros en el dorso, difuminándose hacia los flancos. El vientre es blanquecino. Poseen estrías rojas en la parte inferior de la cabeza. Su tamaño oscila entre 7 y 12 centímetros.

Su movimiento imita un pequeño pez en dificultades. Excelente para la lubina todo el año. Además, espetones, melvas, obladas, jureles y serviolas lo atacan en primavera y verano.

Mag minnow, el señuelo nocturno

Con un tamaño de entre 6 y 9 centímetros, color blanco fosforito y ojos rojos, es muy atractivo para los peces por la noche y al amanecer, cuando la luz es escasa, también en días nublados.

Efectivo desde primavera hasta otoño, obteniéndose picadas de obladas, espetones y jureles.

Pins magnet, el minnow más polivalente

Estos señuelos artificiales de Yo-Zuri se caracterizan por tener en el dorso unos plomitos diminutos. Su coloración es muy variada y tienen un tamaño de entre 7 y 9 centímetros. Se recomienda sustituir el anzuelo terminal de serie por otro algo mayor y reforzado, mientras que el ventral puede suprimirse. Son óptimos los señuelos plateados e irisados y una longitud de 7 centímetros. En aguas movidas también son eficaces los de 9 centímetros, plateados y con la cabeza roja.

El pinn's magnet es el señuelo más polivalente: eficaz durante todo el año, sobre todo con aguas tranquilas, pero también con mar poco movido, y se capturan numerosas especies: obladas, jureles, palometas, bonitos, serviolas, anjovas, espetones, lubinas, llampugas, melvas y bacoretas.

X-Rap de Rapala

El x-rap es uno de los mejores señuelos fabricados por Rapala. Mide 10 centímetros y su coloración imita la de la caballa. Tiene poteras de serie reforzadas, por lo que es innecesario sustituirlas. Su movimiento en el agua es muy vivaz, lo que lo hace muy atractivo para los peces. Muy eficaz con el bonito, pero también pican espetones, serviolas y especies menores.