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sábado, 24 de agosto de 2013

Salvada por la campana

La Era de Villamuriel de Cerrato se salva. Se salva, de momento, del desarrollo urbanístico proyectado hace cinco años, con el nuevo Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) diseñado entonces. Este espacio, una de las señas de identidad del municipio, por ser una zona verde ubicada en pleno casco urbano, ha estado, cual condenado a muerte, en el corredor, durante cinco largos años.
El tiempo que ha transcurrido desde que se votara el nuevo PGOU, fuera preciso introducir modificaciones y una vez incluidas La Era, oficialmente, dejara de estar amenazada por la construcción de un puente, al darse marcha atrás con el proyecto.
El famoso puente que iba a cruzar la ya es historia en Villamuriel de Cerrato.
La infraestructura ha generado diferentes corrientes de opinión.
A un lado, quienes se posicionaron a favor de construir un paso que facilitara la conexión entre los núcleos de Villamuriel de Cerrato, para evitar el estrangulamiento de algunas vías y hacer permeable la circulación.
Al otro, los que se postularon en contra del proyecto.
Aludieron a cuestiones medioambientales básicamente -conservación de un espacio al que incluso se le pretendió dotar de una especial protección de modo que se paralizase la iniciativa-, y también de índole económica. No consideraban necesaria realizar una inversión elevada para dotar a la localidad de otro paso elevado, al entender que con el puente antiguo y la nueva variante se satisfacen las necesidades de una localidad que, cuando se propuso la construcción del puente manejaba unas previsiones de crecimiento urbanístico que, desafortunadamente no se han cumplido, ante el desplome del ladrillo.
Argumentaciones aparte, la realidad tangible, a día de hoy, es que se retira la idea del puente rodado que dividía la Era y facilitaría la entrada de más circulación en el Casco Viejo de Villamuriel. Se da la vuelta al acuerdo adoptado hace cinco año con el apoyo del PSOE y la oposición de PP e IU.
Especialmente satisfecha debe estar la Plataforma en Defensa de la Era, donde estaban integradas la mayoría de asociaciones y del movimiento ciudadano de Villamuriel de Cerrato. Un movimiento que, ruidoso en su inicio, se desvaneció tras la aprobación inicial del PGOU, y tras ver cómo se rechazaban las alegaciones al proyecto, avaladas por decenas de firmas.
El colectivo, del que oficialmente no se tienen noticias desde hace años -nunca tuvo una cabeza visible-, se encuentra ahora con esta sorpresa, en forma de desestimación de la construcción del puente. Algo tendrá que decir